En la Semana del Matrimonio, promovida por la Conferencia Episcopal Española, podemos resaltar los frutos que el Espíritu Santo ha hecho surgir, a través del Camino, en las familias: matrimonios reconstruidos; hermanos abiertos a la vida, experimentando la fecundidad como un don maravilloso de Dios; las liturgias domésticas el domingo por la mañana con el paso de la fe a los hijos, de modo que llegada la adolescencia, los jóvenes desean comenzar el Camino y tener su propia comunidad; las vocaciones al sacerdocio, la vida religiosa y el matrimonio cristiano, etc.
El encuentro con Jesucristo produce agradecimiento en las personas y en las familias, de modo que, como Gracia, hoy hay miles de familias evangelizando en sus parroquias y haciendo presente el Amor de Cristo en sus ambientes. Algunas han dejado sus casas y naciones y se encuentran en las Missio ad gentes (1.000 familias en 212 Missio ad Gentes en 62 naciones), reforzando y sosteniendo el Camino en varias naciones (800 familias) o en equipos itinerantes (300 familias).
En nuestra diócesis hay 230 comunidades neocatecumenales en 40 parroquias.